Eduardo Mancilla, Rosario, Argentina

Amor adolescente.

Ellos habían consensuado hacer el amor por primera vez tras un fogoso debate sobre intereses y prejuicios. Inmediatamente, el joven se sumerge en el mundo instantáneo de la pornografía. Su desvelo era ofrendarle una maestría de amor. Ella lo consultó con su madre. La lluvia de la siesta los acompaño hacia el lugar oportuno. El dejó evidencias de su remolino de pasión. Ella le cobro doscientos pesos.

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La fe mueve montañas.

En la tierra del sol naciente, dos monjes ya ancianos presumían al borde de un acantilado.
-¿Recuerdas el monte que se elevaba en aquel valle? Pregunto uno de ellos mientras señalaba a sus espaldas, y sin esperar respuesta, dijo:
-Ese monte lo he desmenuzado con la ayuda de la fe.-
-¿Ha sí? ¿Has hecho eso? Preguntó el otro. ¿Y como has logrado semejante milagro?
-Con 9 puntos en la escala de Richter.