Elisabet Cincotta - Juan de todos/de nadie, Berazategui, Baires, Argentina




Juan nació entre chapas y cartones. Chamuscó las hierbas con sus pies descalzos, roció el horizonte de soledad y hambre.
Vio los días sin sol y el oscurecer mendigo de pan.

Juan sueña que lo aman. Tiene tanta crudeza en las palmas que le es difícil abrazar.
Resiente su camino limpiando parabrisas para algún patrón. Pechito desnudo, tirita la garúa entre su piel. Arriesga la vida entre semáforos del malón ciudadano.

Juan, del hogar sin lumbre, del plato sin sopa, de la lágrima olvidada y la justicia que no ve.
Juan del mundo lloro tu risa... tu puteada me hace llorar.


La despedida - Lady López, México

Era viernes. Llevabas un pantalón de mezclilla vieja, la camisa de algodón a cuadros que te regalé y los cabellos sucios y revueltos. Habías llorado y yo no sabía porqué. Fumabas dejando una estela gris como constancia de tu desesperación. La música quedó atrás. Quise descansar mi cabeza en tu hombro pero separaste tu mundo del mío. Recuerdo la violencia de tus palabras, las manos encrespadas, la sequedad de tus labios cuando quise darte un beso. Te miré a los ojos y respondiste con el silencio más absoluto. Esa noche el árbol se despobló de sus hojas, los astros apagaron su luz en el leve rocío que nos envolvía. Oscureció para los dos. Te sentaste a la orilla de la ausencia y te despediste de mí. Llegó el final. Comprendí que todo terminaba: la vida en común, los amigos, la casa, los hijos. Esa sombra que se interpuso entre nosotros arrebató mi felicidad. Rompiste el pacto al amarlo. Sacaste del bolsillo el dictamen médico. Cuatro letras devastadoras. En la sentencia llevabas el pecado. Las hojas secaron tu cuerpo, eras naturaleza muerta.



Espantapájaros - José Perpiñal, Israel

Parado, solo, con ropas raídas por el tiempo, la mirada perdida en el horizonte pero sin ver, mojado por la lluvia y sacudido por el viento, solo sin amigos ni los perros ni los pájaros se quieren arrimar, solo.
Que nos esta pasando que no tenemos valores o principios para ofrecer, el amor no se compra pero se paga al mejor postor, la amistad se encuentra envuelta en papel moneda, los sentimientos se guardan en un gotero para darlo en su mínima dosis. Y la palabra ya no vale como una firma.
Educar o adiestrar, esa es la cuestión. ¿ La libertad te da derechos sin obligaciones y lo viejo se tira o se guarda donde no lo veas.
Como al abuelo que no lo mandaron al asilo porque no se pusieron de acuerdo quien pagaba la cuenta si el que se quedaba con la casa ó los hijos varones ó las hijas ó. ó. ó.
Al abuelo le preguntaron y él contesto lo que ustedes crean que es lo mejor para ustedes ?
Al final en el cuartito trasero para que no lo molesten los chicos y solo con mandarle comida y las pastillas dos veces por día es mas que suficiente.
Al final solo, con la mirada perdida en el horizonte pero sin ver, sacudido por el viento, sin amigos, ni los pájaros ni los perros se le arriman.
La pregunta ¿cuál es LA DIFERENCIA?

Primera Vez/ Ito Kasuro-Chile


Me acarició la cara tiernamente. De sus ojos brotaban goterones negros, como pequeñas cascadas de carbón. Su pecho agitado subía y bajaba espasmódicamente, al ritmo de sus sollozos. La luz del poste nos iluminaba mientras yo la tranquilizaba. Mientras le decía que esas cosas pasaban. Que no tenía que sentirse culpable. Pero ella no paraba de llorar. Entonces la tomé de un brazo, la abrigué del frío de la madrugada y nos pusimos en marcha otra vez. Así dejamos atrás ese bizarro charco de vómito. El resultado de la primera borrachera de su vida.

Fotografía/ Luciano Ribero-Córdoba. Argentina


Quiso tomar la foto de la mesita de luz, esa donde estaban él y su esposa, en el parque, sonrientes. Cerró los ojos con fuerza, intentó alzar la mano. Movéte, carajo, movéte. Contorsionó los dedos como lombrices rabiosas y la hizo temblar levemente. ¡Ana, vení, me cago en Dio’! ¡Vieja inútil, ponéme de costado, ponéme de costado te digo! Ahora tenía la imagen enfrente.


El parque, las hojas de primavera. Niños corriendo en el fondo como para ambientar el paisaje. Un Edén, barriletes. Sol radiante y vivo, el pasto verde. Movéme más para este lado, Ana. Pegó la nariz contra la foto. Casi podía oler el perfume francés que le regaló alguna vez a su mujer, escuchar el sonido del agua bailando en la fuente mientras reposaba sobre el mantel a cuadros. Las palomas picoteaban migajas de pan en el suelo. El pelo le flameó casi tanto como la bandera que sostenía San Martín. El viento le acariciaba el rostro.



Y miró delante, con su mujer entre los brazos. Una señora sacudía inútilmente a un viejo postrado en la cama, mientras observaba asustada su sonrisa congelada de oreja a oreja.

Que ni pintado-Juan Yanes- Canarias. España



Pintaba cuadros. Pero cuadros sin tela, sin marco, sin dibujo alguno. Cuadros sin colores ni formas. Pintaba la esencia última de las cosas, decía y prescindía de los atributos accidentales.


Estaba muy cotizado, lo vendía todo, hasta su alma, que también era una esencia pura, apostilló con cierta envidia un pintor conceptualista que todavía no se había desprendido de la tela, ni vendido un cuadro.




de Bajo mínimos

http://mquinadecoserpalabras.blogspot.com/

Incapacitada- María Fischinger


Era sangre de su sangre y carne de su carne, tan pequeña, tan dependiente para satisfacer sus propias necesidades y ella estaba completamente incapacitada para darle los cuidados necesarios.
Las facciones y tez de la pequeña le recordaban a los asaltantes que encontró en una esquina sentados en una camioneta verde. Volvía a revivir los maltratos, los golpes que con mucho esfuerzo bloqueaba para no hundirse en la desesperación. Una mano le apretaba la boca del estómago y sollozante comenzaba a temblar incontrolablemente.
Su madre y su hermana se habían turnado para cuidar a la pequeña, pero hacia unos días que tuvieron que reanudar su vida y ahora ella se encontraba sola con la recién nacida. Se repetía que la pequeña era inocente de toda culpa, que su corazoncito había palpitado dentro de su cuerpo.
Se prometió que mañana la atendería. Hoy como ayer no podía hacerlo. Cerró la puerta para no escuchar el llanto y se metió en ducha. Estuvo mucho tiempo como acostumbraba desde aquel día del asalto. Quería que el agua se llevara sus recuerdos.

Tomó unas pastillas para ayudarla a dormir a pesar lloriqueo. La precaución ya no era necesaria, el llanto cesó para siempre.

LO MATÉ (CONFESIÓN)-Elba M. Bermúdez L.-Venezuela


Perdonarme:
Fueron años de tragedia.¡Lo tuve que matar!
Se me iba la vida esperando que funcionara.Cuando empezamos nuestra vida, pensé que había encontrado una aliadoQue me facilitaría la vida, que me haría sentir feliz a la hora de una reunión familiar;o por las noches, cuando quería calmar mi sed.Pero desde un principio fue un fracaso, nunca fue lo que esperaba…y con el tiempo fue de mal en peor.Me dejé deslumbrar por lo que decían los demás de el ¡todos lo admiraban!Por eso cambié al que fue antes mi compañero…Dios sabe cuánto pesar sentí el día definitivo de la separación, el pobre.Le arrojé a otra vida que quizás no merecía, supe que una desconocida le acogió en su hogar. Me alegré por él ya que yo había escogido a este otro llena de ilusión.La verdad en el fondo, la culpa, por dejarlo, me atormentaba, quizás por esa manía de aferrarnos al ayer o a lo que hemos vivido, he sabido que aún es útil en complacer a su nueva compañera. Pensar que él siempre fue estupendo conmigo y con todos los que me visitaban. No como este otro, que nunca me complació ni en los inicios.Y es que es un fraude, esperé que me dispensara con amor el remedio que calmaría mi sed, pero sólo podía saciarla atendiéndome yo misma. Y me cansé, dejé de quererlo y comencé a añorar el pasado y a mi ex compañero de antes y desear que el intruso desapareciera sin dejar rastro.Últimamente era más inútil que nunca y por eso empecé a planear como deshacerme de él, que me destruía todo, nada conservaba, todo se dañaba dentro de él y por ende me dañaba a mí. ¡Cuánto he perdido!¡Cuánto llegué a odiarlo! a veces soñaba que me desprendía de él por cualquier otro, el que fuera, cualquiera seria mejor que ese cercenador que todo lo pudría. Mira que lo consideré, era un asco.
¡Mírenlo! Tan bello que era y ahora está hecho un cadáver inútil que quizá nadie recogerá de la basura…a decir verdad, seguramente podría hacer feliz a alguien que se conformara con poco, yo ya le odio tanto que le condené a no vivir sin oportunidad o esperanza de otra vida, era él, o yo, la decisión se tomó
Soy yo!
COMPRÉ OTRO REFRIGERADOR!

Inocencia Incomprendida- Samuel Lijovitzky- Nazareth illit,Israel



Encontró la puerta abierta. Espió hacia afuera. Al ver que no habia nadie, salió sin mirar atrás.
Levantó la vista. El sol bañó su rostro.
Sin saber que rumbo tomar siquiera sus pasos lo llevaron lentamente hacia la plaza.
Había niños jugando en los distintos juegos. Se sentó en un banco a observarlos.
Su mirada se centró primero en la cabeza de ellos, luego en sus rostros infantiles, inocentes, ajenos de toda maldad.
Quiso en ese momento recordar su infancia. Había algo dentro de su mente que le impedía hacerlo.
De repente y sin darse cuenta de lo que hacia se paró.
Caminó hacia ellos. Lo miraron con asombro. Tendió sus manos.
Acompasadamente se movían hacia un lado y hacia otro agitando sus cabecitas.
De sus gargantas surgían distintos tipos de sonidos estridentes mientras cantaban todos juntos:
Manuelita.,,,,,Manuelita....Manuelita a dónde vas, con su traje de malaquita y su paso.....
De repente dos fuertes manos sujetaron sus brazos y lo inmobilizaron.
Déjenme jugar, déjenme jugar con los chicos... por favor
Gritaba a brazo partido, mientras los hombres lo arrastraban y le colocaban la camisa de fuerza y lo introducían en la ambulancia.
Los niños observaban atónitos sin entender lo que estaba sucediendo.
Instantes después continuaban con sus juegos, sin prestar atención siquiera del vehículo que se perdía a la distancia rumbo al hospital psiquiátrico.

El Malo-Jesús Alejandro Godoy-Argentina



Había un hombre que era malo.
No era malo por que no compartía sus cosas.
Era malo por que todos decían que no compartía lo mejor que tenía.
Era malo por que a todos les había dado sus posesiones, pero no la voluntad de obtenerlas.
Era malo por que a todos les había otorgado su tiempo, pero no las vivencias que se encerraba en él.
Era malo, por que a todos les había regalado el arte que hacía con sus manos, pero no les había dado el don que poseía.
Era malo por que les había otorgado los castillos que había construido piedra por piedra, pero no, el conocimiento para erigirlos.
Era malo por que les había regalado varias fotografías donde se lo veía en todas las partes del mundo por donde había viajado, pero no les había dado la pasión por hacer cosas.
Era malo, por que les había mostrado a uno y a varios maestros sabios, pero no les había dado la comprensión para llegar a sus palabras.
Era malo, por que les había regalado sus inventos, pero no la curiosidad para generar nuevos sueños.
Era malo, por que les había regalado la forma de morir en paz, pero no les había explicado como hacerlo.
Un día conocí a un hombre que era malo.
En su tumba dejé una rosa y hablé con él.
Y supe por qué era malo.
Por que en silencio y luego de visitarlo miles de veces, me había regalado el secreto de la inmortalidad; pero no me había dado, la forma de llegar a ella.

La Mascota-Carlos Adalberto Fernández, Argentina

Cruzando casualmente la vidriera, sus miradas se encontraron.
Fue un flechazo.
El perro se aproximó, agitando caderas y cola, como un rito africano.
El hombre hizo el cuchi-cuchi de siempre con el que creía imitar a un bebé.
Siguieron un rato.Ya estaba decidido.

Entró al negocio.
Cuando el empleado se acercó, le dijo:
-Una pregunta, ¿A cuánto está el humano?

Perfecto Crimen-Liliana Varela. Argentina



Hoy lo haré... estoy decidida.
Tomo el cuchillo y lo afilo bien. Nadie notará que lo he hecho yo, nadie sabrá que yo he penetrado ese blando cuerpo con el filo tajante de este instrumento.

Nadie me descubrirá.

Allí está, ni se ha percatado de mi presencia. No lloraré: lo juro; demasiado me ha hecho sufrir ya. Años y años de sufrimiento acabaran en unos segundos.

Me he instruido en el arte del asesinato sin pruebas, en las técnicas orientales de la disociación mente- cuerpo.
Estoy con el control absoluto de mis dominios corporales y mentales.

Aquí va… sin salpicar una gota de su esencia vital, continuo inmaculada…. Jajajaja!!!! Es mi gloria …. ¡¡Lo he logrado!!...Dos, tres tajadas, bravo!!! Es mi Cenit!!!!...


¡¡Maldita cebolla… está vez he podido contigo!!

Quiero respuestas - Patricia Ortiz, Buenos Aires, Argentina

Llegué dispuesta a enfrentarte, a mirarte de lleno a los ojos. Te busqué en silencio. Un rayo de sol asomó tímido entre las abigarradas nubes cargadas de grises. Te busqué entre las flores mustias, tras las lágrimas, en el eco del trinar de aquéllos pájaros. No aparecías. Te busqué – te invoqué- en la despedida, mientras gruesos terrones caían a paladas, condenando a otra de tus víctimas la más cruda oscuridad. No apareciste, perra. Sabías que tenía preguntas para hacerte, pero vos no estabas - ni estás- dispuesta a contestar a mis porqués.
Cuando crucé la gran puerta y volví al caos de la ciudad, mostraste la cola, te reíste de mi inocencia, de mi lentitud. ¡Claro! El sonido de la sirena de una ambulancia me trajo a la realidad. Es por aquí que estás, entre nosotros, a la vuelta de cada esquina, acechando. En el cementerio sólo quedan vestigios de tus presas. Tus trofeos.
Sigo atragantada con preguntas para vos. Te aseguro que nos vamos a cruzar, antes de que decidas que definitivamente ha llegado mi hora. Quiero respuestas.










Libertad - Liliana Varela

El cordón umbilical fue cortado al nacer transformándome en un ser libre , por eso no entiendo por qué no puedo gozar esa libertad .

Me encuentro preso en una cárcel fría, pequeña. No sé si mi delito merecía esto; igualmente el castigo es inhumano.

Ni puedo comer esas comidas que me dejan en la puerta ¿porqué me tratan como un perro?

El carcelero es cruel conmigo, ni me habla, sólo me mira fríamente.

Allí viene; voy a rogarle que me deje ser libre, salir…



-YA te dije Matías que hasta que no limpies tu pieza no salís a jugar.