Sabe que la ingesta de una sola pastilla le permitirá regresar al pasado.
La causa sigue su curso inexorablemente, el gran robo a la caja de caudales debe ser esclarecido.
Confiado bebe, cree que de aquella época no hay sobrevivientes .
No dejó pistas.
El inspector mira los expedientes, desea cerrar el caso.
Un cabello de mujer permite realizar la prueba genética, aún conserva el perfume, le resulta conocido, vuelve a ensobrarlo.
Afuera un hombre avejentado, sonríe.
Busca entre sus ropas una dirección, camina libremente.
La casa se conserva idéntica, pareciera que los años no han pasado.
Detiene su marcha, detrás de la enredadera, ella despide a una joven muchacha, ambas tienen el cabello ensortijado, las ama de lejos, añorando el pasado en familia. .
Una patrulla pide que exhiba los documentos, en la última hoja un mechón de dorados cabellos aprisionados como los recuerdos.
El ADN indica compatibilidad en las hebras de pelo.
Medios nacionales dan la noticia, regresó al pasado, pederá la libertad para siempre.
Solo en su celda llora por el amor perdido, los años no pasan en vano, siempre se vuelve al lugar del delito.
Otro caso resuelto, risas y llantos, acompañan el momento.