El capricho de Lucía - Vicente Vasquez

EL CAPRICHO DE LUCÍA

Lucía, termina de ducharse. Se encamina al tocador y en el espejo observa su cuerpo desnudo. Lo ve despacio. Su mirada lo recorre de arriba para abajo y de abajo para arriba; se detiene en los puntos más relevantes, los que pudieran ser de interés colectivo y los observa con detenimiento.

Se da por satisfecha.

No tiene un cuerpo como para aparecer en la Playboy, pero es aceptable. Se aplica desodorante en las partes que cree convenientes y se perfuma.

Siempre se ha preguntado, qué pasaría si saliera a la calle desnuda. Primero, tendría que tener el valor para hacerlo. Pero, suponiendo que lo tuviera, causaría un escándalo. Y se pone a soñar despierta: Cuellos tiesos y miradas forzadas, de maridos que son arrastrados por esposas celosas; rostros risueños de hombres solos; rechinar de llantas al aplicar los frenos... y algún ruido estridente provocado por el choque de dos o más vehículos; gritos femeninos, niños de mirada curiosa remolcados por madres escandalizadas; insultos, silbidos; un grupo de fisgones siguiéndola.

En resumen, un alboroto.

Por último el sonido de una sirena y la presencia de la policía. Luego, la comisaría, la prensa y quién sabe que cosas más.

Pero eso sí, sería emocionante. La idea la divierte. Pero no ha tenido la osadía de vivir tal experiencia.

Está frente al espejo y vuelve a admirar su cuerpo. No tiene celulitis ni cicatrices que esconder. Los senos mantienen su firmeza.

Hoy no pasará por el problema de todos los días: decidir que ropa va a usar. Saldrá desnuda. Una sonrisa se dibuja en su rostro, goza el hecho por anticipado.
En el exterior se escuchan los ruidos característicos de la gente.
Toma valor, respira hondo, abre la puerta y sale.

No pasó nada.

En el campo nudista su presencia, pasó inadvertida.««