LA APUESTA
Apuesto lo que no tengo a que Federico no llega al cuarto renglón.
Mírenlo: ahí viene caminando, siempre tan pancho, siempre tan distraído; atentos que Federico va a cruzar una calle.
Qué hermoso automóvil, lo que debe costar... ¿no viene demasiado rápido? Upa...
¿Qué me gané?