La Invitación
Él llegó y se sacó los zapatos para caminar libremente por el brillo del piso y las alfombras.
Ella lo invitó a cenar. Y él, mientras esperaba, armó un pájaro con una servilleta de papel.
El pájaro aleteó durante todo el tiempo pero no pudo volar. Apenado, lo guardó en el bolsillo.
Cuando se despidieron, ella le dio el primer beso y los zapatos recibieron unos pies ligeros y borrachos que corrieron al medio de la calle.
El hombre sacó el pájaro del bolsillo y acariciándole las alas lo echó a volar.