Buzón
La carta del abuelo fue hallada en ese buzón luego de años, por
uno de sus nietos. Con esa letra caligráfica tan clara. Le hacía
recomendaciones a la abuela de los hijos. Recordaba sus travesuras. La trataba
de Mi señora. Con respeto. Dejaba en ella consejos de como debía llevar la
economía del hogar.
El nieto rompió a llorar. Sólo conoció al abuelo por referencias
y por un retrato que cuidaba aún su casa.
La carta queda ahora en silencio como trasto viejo en un
baulito, junto a las cenizas del nieto. Alguien de vez en cuando la lee.