“FANTASMON”
Durante
toda la eternidad se arrepentirá de haber intentado imponer su espectral
autoridad ante aquel diablillo incorregible.
Fue sólo
un ensayo. Una caricia de aire en el rostro del muchacho y una sonrisa
espectral lanzada desde la oscuridad. Desde aquella noche, el niño, armado de
un tirachinas, lo persiguió incansable por todos los rincones de la mansión:
-Espera,
espantajo. ¡Cuando te pille te vas enterar de lo que vale un peine!
Aún hoy,
años después, sigue preguntándose qué pecado cometió para convertirse en el más
desgraciado de los fantasmas que poblaban aquel caserón.