Julia del Prado


SALTO

 

 

 La noche está fría y el hombre se envuelve en su manta. Su cabeza la esconde. Pretende que nadie lo vea. Sueña con ser un frejol con patas y caminar en este estado por su sala. Inicia un salto así de esa sala a la olla.

 

 

Maricel Hillairet


No existe definición capaz de completar lo que significa ser mujer, sabemos que venimos a este mundo de la costilla de un hombre, para ser amadas y respetadas por él.
Somos el origen de la vida. Somos hijas, madres, hermanas, amigas, y siempre hay alguien que reconoce en nosotras esa fortaleza innata con la que Dios nos creó.
Somos templo de virtudes que salen a la luz mientras caminamos por esta vida y más aún en los momentos difíciles nos embarga la resistencia de saber que si caemos, muchos de los que amamos caerán, y Dios nos dio la misión de mantenernos en pie por más dura que sea la batalla.
Somos Dulcinea de sueños románticos y Julietas capaz de dar la vida por amor, porque quien es Madre lo entiende, damos vida a un ser que es parte de nosotras pero a la vez es diferente y lo creamos y criamos con todo el amor que nunca pudimos sentir por nadie más. 
Mujeres, somos valientes, constantes, tenaces, impetuosas, prudentes, valerosas, vehementes, apasionadas, pasionales, sensibles, cariñosas, fraternales, bondadosas, somos lo más maravilloso de la creación.
Cuando Dios creó a la mujer su mundo obtuvo la perfección suprema.

Rubén Vedovaldi


EL NARRADOR

 

Una mosca entra por la ventana y el narrador escribe Una mosca entra por la ventana La mosca sale por donde entró y el narrador escribe: La mosca sale por donde entró. La vida sigue y el narrador escribe: La vida sigue. Cierra esa última frase entre signos de pregunta, se levanta de su escritorio y se arroja por la ventana desde el piso catorce.

JULIA DEL PRADO


JUEGOS

 
Escuché hoy la melodía claro de luna y ante mis ojos surge el tocador de mi abuela Berta. Justo un camarón inglés aparece y dice: - Ahí encima está una cajita de cuerdas. Y encima de ella unos bailarines. Tócala. Se abre. Hay chocolates de diversos colores. Me queda una fragancia y se me hace agua a la boca

MARIO MARCELO CÁCERES


Mía quería estar cerca de Dios.

Las nubes empezaron a amontonarse como queriendo ocultar la única ventana al infinito. Se sentía triste.

No se bancaba el amor.

Siempre eligió mal.

Ayer, hoy y mañana, siempre.

Llovió.

Toda la noche llovió como si alguien llorara.

Mía se puso el impermeable, salió a la vereda, se sentó en la garita de esperar los colectivos y se quedó toda la noche ahí sola,

bueno...no tanto.